La Independencia y la República Federal
Desde la primera década del siglo XIX, en las posesiones americanas de la corona española, comenzaban a surgir movimientos con inquietudes independentistas. San Salvador no era ajena a los sucesos, ya que la situación económica y política era desfavorable para los habitantes de la provincia.
IndependLa encia y la República Federal
Desde la primera década del siglo XIX, en las posesiones americanas de la corona española, comenzaban a surgir movimientos con inquietudes independentistas. San Salvador no era ajena a los sucesos, ya que la situación económica y política era desfavorable para los habitantes de la provincia. La élite local conformada por criollos y religiosos deseaban lograr la autonomía y sacudirse el dominio de la aristocracia guatemalteca, por lo que el 5 de noviembre de 1811 estalló una sublevación en contra de las autoridades coloniales. La revuelta, que fue la primera en el Reino, no halló respaldo en las autoridades de las demás poblaciones, por lo que terminó en fracaso. Sin embargo, otro alzamiento tendría lugar en 1814. El gobierno de la Capitanía logró mantener el control sobre los amotinados hasta el año 1821, cuando en la región se conoció la firma del Plan de Iguala en el Virreinato de Nueva España, y la proclamación de independencia de Ciudad Real; que motivó a los independentistas a presionar al Jefe Político Gabino Gaínza para que convocase a la Diputación Provincial y firmar el Acta de Independencia que tuvo lugar el 15 de septiembre.
Sin embargo, y a pesar que en dicha acta se estipulaba la convocatoria a un congreso para decidir el gobierno de las provincias, las autoridades guatemaltecas y adeptos al Plan de Iguala dispusieron la anexión al Imperio Mexicano el 5 de enero de 1822. La facción salvadoreña se opuso a la decisión por sus ideas republicanas, pero no pudo impedir que San Salvador acabara anexada al Imperio, aunque por breve tiempo, ya que Agustín de Iturbide abdicaría al trono. El 1 de julio de 1823 se proclamó la independencia absoluta de las antiguas provincias del Reino de Guatemala que pasaron a llamarse Provincias Unidas del Centro de América y cuya Asamblea Constituyente era presidida por José Matías Delgado. A finales de ese año y principios de 1824, la Alcaldía Mayor de Sonsonate y posteriormente la localidad de Ahuachapán, se anexaron a la provincia salvadoreña.
La República Federal de Centro América se constituyó el día 22 de noviembre de 1824, y El Salvador era uno de sus cinco Estados. No obstante, el 12 de junio de ese mismo año los salvadoreños se habían apresurado a emitir su propia constitución, para contrarrestar cualquier asechanza del centralismo guatemalteco.
A pesar del régimen federal, en el territorio aún prevalecía la vieja rivalidad entre los provincianos, que deseaban mantener la autonomía ante el mismo poder federal, y los conservadores guatemaltecos, que pretendían conservar su hegemonía en la región. Tal antagonismo, sumado a la economía precaria, deficientes sistemas de comunicación, y una fuerza armada frágil, dificultó la existencia de la República hasta provocar dos guerras civiles entre los años 1826-1829, y 1830-1842. También en El Salvador ocurrió un levantamiento indígena acaudillado por Anastasio Aquino.
Con el éxodo de Francisco Morazán en 1840 —presidente centroamericano que tenía simpatizantes en El Salvador y quien se esforzó en implantar medidas liberales extremas en la nación—, acabó la República Federal. Para 1841, El Salvador se proclamó como República soberana e independiente.
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